Artículo obtenido del blog: análisis realista, productividad y minimalismo
octubre 20, 2011 Omar
Esta es la segunda entrega de la serie Asumir el Control Productivamente, en la primera entrega vimos que debemos conocer aquellas cosas a las cuales asignarles una tarea, antes de pasar al punto de cómo hacerlas debemos aprender a Controlar las Distracciones.
Si no podemos alejar las distracciones de nuestra vida, por más intención que tengamos en hacer nuestros pendientes, no tendremos el tiempo necesario para desarrollarlas.
Son los pequeños trucos y modificaciones en los hábitos los que paulatinamente nos ayudarán a afrontar nuestras tareas o próximas acciones, estos trucos inician con el control de nuestra concentración productiva, que se entiende como el momento en el que efectivamente tenemos todos nuestros sentidos dispuestos a realizar una actividad.
Hay un secreto fundamental para todo esto y se llama la autodisciplina, nadie se va a beneficiar más de asumir el control de su vida que uno mismo, pero es algo que debemos reconocer y valorar.
Todos sabemos lo fácil que es distraernos, ¡Caramba si podemos ser expertos en eso! Mipropuesta es: Ya anotaste tus pendientes, ahora anota tus distractores y escribe también tus posibles soluciones a ellas.
Lamentablemente es tan fácil perder el control, imagínate con un simple movimiento de nuestro dedo índice sobre el botón del mouse y ya nos perdimos en la magnificencia de Internet, pueden ser desde 5 minutos hasta dos horas sin parar.
Algunos trucos
Uno de mis trucos es no abrir el Messenger, si lo necesito para algo, pues lo abro, pero la realidad es que se pierde mucho tiempo ahí, aun cuando te pongas en modo “Ocupado”. Nada más con ver la notificación de la persona que se acaba de conectar, ya te distraes inmensamente, dime ¿Qué pasaría si no lo abres? Nada, el mundo no deja de girar.
Otro de mis puntos es usar mis distractores como recompensa ¿? Si, así es, Twitter por ejemplo es mi recompensa por haber terminado una de mis tareas más importantes del día. Más no es el centro de mi día. Tengo ciertos momentos para usarlo, y cuando vean que escribo algo es porque ya arranqué mi día.
La música aislante es fundamental ya que cualquier ruido o discusión cercana hace que nuestra mente salga de concentración, así que consíguete un buen disco de música clásica y a trabajar.
Guarda todo lo que no te sirva para desarrollar la actividad que tienes que hacer en ese momento, en verdad el más mínimo papelito fuera de lugar nos puede llevar a andar husmeando y distraernos.
Apaga la televisión o tu teléfono móvil, deshabilita por un rato el internet, abre tu correo solo dos veces al día, puede ser por la mañana y después de comer.
Usa señales para que los demás sepan que estás ocupado y eviten interrumpirte en ciertos momentos, no se trata de que te aísles del todo, pero sí que tengas al menos algunos minutos al día para terminar tus pendientes.
Experiencia personal
Antes yo creía que tenía que salir tarde del trabajo para poder terminar mis pendientes ya que durante el día no me rendía el tiempo, pues todo me distraía y no quería parecer antipático con los demás, (quienes por supuesto se iban temprano y yo por andar de “lentium”) entonces empecé a controlar mi vida productivamente y hoy salgo a mi hora, y no me llevo trabajo a casa los fines de semana. Honestamente mi vida ha cambiado para mejorar.
Mi Análisis Realista del día de hoy es: Lograr controlar las distracciones no es tarea fácil, antes de proceder a realizar acciones concretas debemos eliminar esos momentos en los que nuestro tiempo disminuye considerablemente.
Omar Carreño
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