miércoles, 2 de mayo de 2012

7 ideas clave para manejar interrupciones

Artículo obtenido del blog:     
Publicado por    el 30 abr 2012     >> 

¿Qué hacer cuando alguien te interrumpe? ¿Hay algo para que las interrupciones no sean tan destructivas cuando estás concentrado? La respuesta pasa por saber “manejar” esas interrupciones, saber cómo maniobrar ante esas rupturas constantes de tu atención.

Cuando empecé a sufrir en serio las interrupciones y a no saber qué hacer con ellas, lo primero que me dije fue: «ojalá en el colegio y en la universidad me hubieran enseñado a saber qué hacer con ellas». Pero es algo que por lo general nadie nos enseña y que, en el mejor de los casos aprendes por ti mismo; o que no aprendes nunca y lo arrastras durante toda tu vida.
(Atención porque en este post no me estoy refiriendo a evitar o reducir las interrupciones —que sería lo ideal—, sino a atender aquéllas que irremediablemente se producen.)

Saber manejar las interrupciones es una habilidad, y como tal puede aprenderse, desarrollarse y mejorarse. Yo he probado de todo. Tanto “técnicas” más o menos vistosas como los métodos más populares. Y cuando de verdad noté la diferencia fue cuando asimilé dentro de mi «ADN productivo»la siguiente frase:
Cuanto más dure la interrupción, más daño hace.
Si alguien viene a tu mesa y te consulta algo, si te llaman por teléfono y te ves obligado a atenderlo, si alguien te pide algo en persona, cuanto más dure esa interrupción, más daño hace. Porque cuanto más dure esa interrupción…
  • Más tardarás en terminar lo que estabas haciendo.
  • Más ideas y creatividad perderás por el camino.
  • Más posibilidades de empezar otra tarea tendrás.
  • Más te molestarás y te desanimarás.
  • Más posibilidades de cometer un error habrá.
Si eres capaz de reducir el tiempo que dura una interrupción; si eres capaz de acortarlas; si eres capaz de regresar lo más deprisa posible a lo que estabas haciendo: menos daño te producirá esa interrupción. Esta es la clave de todo, la esencia de “manejar” interrupciones. De alguna manera casi tendría que ser uno de los objetivos del día: «si soy capaz de acortar y comprimir las interrupciones lo haré infinitamente mejor».
¿Y cómo conseguirlo? ¿Cómo proceder cuando alguien te interrumpe?
#1 «Cuanto más dure la interrupción más daño hace». Anota esta frase en lo alto de tu planificación diaria, repítela durante varios momentos del día o escríbela en un post-it bajo tu monitor, pero muévete siempre guiado por ella. La subrayo nuevamente porque cuando la tienes clara de verdad, todo lo que puedas hacer luego es mucho más fácil.
#2 No te dejes llevar por la interrupción. Detrás de ella casi siempre hay otra tarea u actividad que te invita a empezarla (abrir, revisar, escribir, comprobar…). Lo más importante en ese momento es terminar lo que estabas haciendo.
#3 Si la otra persona te incita a parar y cambiar de actividad, intenta posponerlo. “Negocia” los 10 ó 15 minutos que necesites para rematar la tarea en la que te encontrabas, pero pon todo tu empeño en no dejarla a medias. «Déjame que termine esto y en 10 minutos estoy contigo».
#4 Evita la multitarea. Aunque tengas la tentación de hacer dos cosas a la vez, eso sólo contribuirá a complicarlo todo. Eres más resolutivo y rápido cuando te centras en una sola cosa. Tienes tiempo para todo, pero primero una cosa y luego otra.
#5 Trabaja con una libreta o tu aplicación de tareas bien cerca. Muchas interrupciones son tareas o cosas que tendrás que hacer o revisar después. Es mucho más eficiente si paras-anotas-vuelves a tu tarea.
#6 Durante la interrupción utiliza un lenguaje breve y directo. No le “des carrete” a la otra persona porque, como ser humano que es, tenderá a enrollarse y la interrupción se alargará.
#7 “Dirige” la conversación con la otra persona para hacerla todo lo breve, clara y precisa posible. Si se pone a dar rodeos o divagar, tú puedes conducir el diálogo hacia el rincón que te interesa: «dime qué necesitas y para cuándo lo necesitas».
Si con estas y otras ideas logras aligerar, mejorar o reducir las interrupciones que sufres… ¡es un triunfo enorme! No olvides que no es una sola interrupción aislada. Es una, otra, otra, otra, otra, otra más… Y así todos los días, todos los meses, todos los años. Por poco que mejores, en suma notarás un cambio espectacular. Y al final conseguirás lo más necesitamos tú y yo: tiempo de calidad para hacer antes y mejor nuestro trabajo.
— Berto Pena



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