Con bastante frecuencia me consultan cómo aprovechar mejor los a veces largos desplazamientos de casa al trabajo y del trabajo a casa. Para los que viven en grandes ciudades y deben recorrer importantes distancias, es un tiempo considerable que todos los días está ahí. ¿Se puede sacar provecho de todo ese tiempo?
Antes de zambullirnos en algunas pistas que quiero compartir contigo, te invito a hacer un rápido ejercicio. Calcula aproximadamente el tiempo que diariamente te lleva ir y volver al trabajo. Luego multiplícalo por todos los días de trabajo de tu semana, mes y año. ¿Qué cantidad te sale?
Si te interesa aprovechar un poco de ese tiempo o exprimirlo al máximo para hacer tus desplazamientos más productivos, hay un puñado de cosas perfectas para esos momentos en los que vas conduciendo o te llevan en transporte público (metro, autobús, taxi…). Desde luego es mejor hacerlo en el trayecto de ida, cuando tu mente todavía está fresca y despejada. A la vuelta, con el cansancio acumulado después de toda la jornada, lo normal es que no tengas muchas ganas.
Enfoca y visualiza tu día
Recorre mentalmente el día que te espera y el plan de trabajo que seguramente dejaste listo el día anterior. Tareas clave y de valor por las que vas a empezar y donde tienes que echar el resto; huecos entre reuniones para las tareas menores… Fija tus objetivos para ese día: ¿qué vas a conseguir hoy? Esa imaginación de tu día hará que empieces con una marcha más de velocidad. (Esto lo puedes hacer tanto si conduces tú como si te llevan.)
Ignora el Email
Leer el email desde casa o de camino al trabajo sólo sirve para desviarte de tu original plan de trabajo. Porque al llegar a tu mesa te pondrás de inmediato con lo que has leído previamente. Hay un momento para cada tarea y una tarea para cada momento. Mientras vas hacia tu oficina puedes hacer otras cosas. Cuando llegues y termines tu primera tarea clave del día, podrás leer el email con toda tranquilidad-atención. (Esto lo puedes hacer tanto si conduces como si te llevan.)
Atrapar nuevas ideas
Las ideas nacen en el momento más inesperado: mientras vas frenando, mientras miras por la ventanilla de un autobús o cuando cambias de estación de metro. En cualquier rincón puedes encontrar una chispa para un proyecto de tu trabajo o personal. Lo primero que hay que hacer con una idea esatraparla. Si vas conduciendo puedes recurrir a las notas de voz de tu teléfono móvil o echar mano de una aplicación como Evernote. Si te llevan puedes sacar tu bloc de notas o tablet, y anotar y dibujar para luego seguir con lo que estabas haciendo.
Transcribir ideas, memorandos o posts
Tengo un amigo que escribe parte de los posts de su blog cuando va conduciendo, simplemente hablándole a su móvil. Con una aplicación como Dragon Dictation puedes convertir tu voz en texto escrito con una precisión bastante alta. Ideas o esbozos de proyectos, partes de informes o un memorando, o bien el inicio de post como mi amigo… cualquier cosa que pase por tu cabeza y que luego vayas a necesitar teclear. ¿Por qué hacerlo dos veces? (Esto lo puedes hacer si conduces… también si te llevan y no tienes miedo a hablar en alto delante de la gente y que te tomen por un lunático ;-)
Escuchar audiolibros / podcasts
Muchos alumnos de mi curso online me dicen que escuchan las audiolecciones (en MP3) cuando van de camino al trabajo, en la radio del coche o con su dispositivo móvil. El audio es fantástico para aprovechar los desplazamientos. Puedes ir escuchando música tranquila que te ponga “fino” para la que te espera… o escuchar voz en forma de audiolibros o podcasts. La oferta de audiolibros en español no es muy amplia pero sí la de podcasts. Elige una temática que te interese, de la que quieras aprender o que complemente a tu profesión, y aprende y absorbe con cada kilómetro que recorras. (Esto lo puedes hacer tanto si conduces como si te llevan.)
Aprende otro idioma
Desde perfeccionar un idioma que ya hablas (bien escuchando audiolibros o leyendo un libro de nivel avanzado) hasta ir aprendiendo un nuevo idioma con formidables servicios como Busuu, que precisamente cuenta con aplicaciones móviles (iOS y Android). (Esto lo puedes hacer con más comodidad si te llevan.)
Leer feeds o artículos retrasados
Leer un libro de papel o digital es lo más habitual en estos desplazamientos. Pero también es un momento perfecto para ponerte al día con lecturas profesionales atrasadas. Todos esos artículos que has ido guardando en Evernote o Read It Later, que has marcado como favoritos en Google Reader, o que incluso has impreso y tienes sobre la mesa. Diariamente tienes un rato privilegiado para leer esos artículos especializados, estudios o posts que amplíen tus conocimientos. Prepara con un poco de antelación tus lecturas para mañana y aprovecharás desde el minuto uno. También, naturalmente, puedes leer tus blogs favoritos, con un lector de feeds móvil. (Esto sólo lo puedes hacer si te llevan.)
No hacer nada
Yo, aunque trabajo en casa me muevo mucho por Madrid y viajo a otras ciudades. Muchas veces, aunque durante mis desplazamientos practico muchas de las pistas anteriores, también decido no hacer nada. Conscientemente pongo mi mente en stand-by y miro por una ventana disfrutando del momento. Aprovecho para relajarme. Productividad no siempre es estar haciendo cosas.
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