Publicado por Omar Carreño el 26 abr 2012 >> Ver artículo original
Hace algunos días recibí una pregunta bien directa vía Twitter: ¿Tenemos remedio los desordenados?
Esta pregunta me hizo reflexionar muchísimo, ya que de primera instancia la persona que me la hizo se reconocía a sí misma como una desordenada, lo cual a mi parecer es algo excelente, ya que sabía claramente cuál era su debilidad, su tendón de Aquiles, su área de oportunidad.
Después, el hecho de cuestionarse si existe algún remedio, me hizo pensar: “¡Vaya, es que para necesitar un remedio, es porque esto es un mal!”
A continuación hice un Análisis Realista de esta situación y llegue a la siguiente conclusión:
“Si, existe un remedio para los desordenados”
Vamos por partes, entendamos que la falta de orden en las cosas nos lleva acomplicaciones caóticas, siempre hay un pretexto, siempre hay un retraso, siemprefalta algo, siempre perdemos algo.
Esto es un problema desde el punto de vista práctico, sin embargo recuerdo que hablaban alguna vez del escritorio de Einstein, un verdadero caos, sin nada de orden, pero en cierta forma su estructura mental, le permitía encontrar un orden en el desastre. Esta es la gran diferencia con muchos de nosotros.
Recuerdo que hace todavía unos años yo era muy desordenado, me parecía sumamente fácil llegar y poner una cosa en un lugar, y al siguiente día otra y después otra, generar unestado total de caos en mis cosas y después sufrir por no encontrar un papel, que había quedado perdido en el limbo de todo lo encimado.
Actualmente y a costa de muchos ejercicios, constancia y disciplina he logrado poner cierto orden a mi vida, el remedio fue el siguiente:
Poner cada cosa en su lugar, no dejar que se fueran acumulando cosas por mucho tiempo y cuando se da el caso, todo tiene que ir con cosas de su misma “familia”, es decir, los sobres con los sobres, libros con libros, de esta forma al momento de organizar es mucho más fácil ya que todo está a la mano y con cierta “clasificación”.
Habituarse a recoger las cosas al final de la jornada, ya que muchas veces se nos hace fácil dejar todo lo que usamos en un lugar y no dedicar ni cinco minutos a recoger nuestro reguero, es tan fácil como decir: “si esto no estaba aquí originalmente, ¿porqué lo tengo que dejar así?
También es recomendable aprender a tirar lo que no se usa, el bote de basura tiene una función específica, recibir aquello que no sirve ahora, ni servirá después, tan simple, la cosa es aceptar que podemos desprendernos de lo que no se usa.
Y por último, tener menos cosas, así, si tienes pocas cosas y cada cosa tiene un lugar es mucho más sencillo ordenar, porque cuando hay saturación nos cuesta más trabajo estar acomodando lo que se desordena, sin embargo, cuando es poquito, no cuesta tanto trabajo y puedes hacerlo mucho más rápido y cómodo.
Mi Análisis Realista del día de hoy es: Sí tenemos remedio los desordenados, porque no es normal vivir en el caos, es cosa de dedicar el tiempo justo para poner las cosas donde originalmente pertenecían y listo, cosa de cinco minutos más.
Omar Carreño
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