martes, 29 de mayo de 2012

¿Piensas o haces?

Artículo obtenido del blog:   
Publicado por      el 05 mar 2012     >> 

Pensadores y "hacedores"



“Los pensadores piensan y los hacedores hacen. Pero hasta que los pensadores hagan y los hacedores piensen, progreso no será más que otra palabra más en nuestro sobrecargado vocabulario.” ~ François de La Rochefoucauld
Existe una dicotomía tradicional que divide a las personas en dos grupos, thinkers y doers. Los pensadores son personas creativas, siempre abiertas a nuevas ideas para cambiar o mejorar la forma de hacer las cosas. Les gusta inventar y experimentar, y son buenos empezando proyectos. Los hacedores—o emprendedores o actores—, son personas con capacidad para ejecutar acciones. Saben utilizar de forma eficiente procesos que ya conocen, y son buenos finalizando proyectos.

Obviamente, ésta es una diferenciación un tanto simple. Todos tenemos algo de thinker y algo de doer, aunque en la personalidad de cada individuo suele predominar una de estas cualidades (a veces incluso de forma exagerada). Tampoco creo que un enfoque sea mejor o peor que el otro; son diferentes estilos de enfrentarse a las cosas, y a la vida en general.
A nivel colectivo, ambas cualidades son necesarias en cualquier equipo. En una empresa debe haber una proporción adecuada para que pueda ser a la vez innovadora y eficiente. Para que un proyecto tenga éxito, debe haber gente que defina claramente el trabajo a realizar y gente que lo ejecute.
Y a nivel individual, cada persona debe conseguir el equilibrio adecuado entre su ladothinker y su lado doer. Una gran idea que no se realiza no vale absolutamente nada. Y hacer las cosas sin pensar previamente en la mejor manera de hacerlas, puede llevar a perder una gran cantidad de tiempo e, incluso, a no poder finalizarlas en condiciones que sean aceptables.
Para ser productivo, debes ser consciente de tu lado más débil y esforzarte más en su entrenamiento. Si eres un thinker, debes estructurar tus ideas en proyectos y definir las primeras tareas necesarias para llevarlas a cabo. Si eres un doer, ocupado todo el día con un millón de cosas que hacer, debes clarificar el origen y la finalidad de todas esas tareas, para poder gestionarlas de una manera efectiva.
Una de las ventajas de GTD sobre otros métodos de productividad personal es que busca alcanzar ese equilibrio. Según David Allen, los grandes desafíos al definir tu trabajo son, primero, pensar acerca de lo que vas a hacer y, segundo, hacer algo sobre lo que estás pensando.
Por eso, en el ciclo de trabajo de GTD existe la fase de procesar. Para que dediques algo de tiempo a pensar sobre qué vas a hacer al respecto de cada nuevo reto. Y por eso existen lalista de proyectos y la revisión semanal. Tener una lista de proyectos completa y precisa, y revisarla y actualizarla al menos una vez por semana, es fundamental para lograr unaproductividad sin estrés.
Thinker o doer. ¿Quién eres tú?

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