Publicado por Berto Pena el 23 abr 2012 >> Ver artículo original
Más de una vez habrás escuchado (y yo mismo he escrito en este blog) hablar de la importancia de “hacer descansos entre tareas”. Pero hoy quiero hablarte de un tipo especial de descansos entre tareas, algo de lo que personalmente cada vez estoy más enamorado: las minipausas.
Cuando uno se propone sacar más de su trabajo, suele fijar su mirada en rincones típicos como planificación, tareas, distracciones o email. Es lo obvio. Pero algo que casi nadie hace es cuidar los descansos; y en concreto utilizar un “arma secreta” entre tareas para rendir mejor.
Cuando hablamos de productividad personal siempre nos referimos al «trabajo inteligente». Esto no significa “gestionar el tiempo” o “trabajar más” sino aprovechar mejor lo que tienes. Eligiendo dónde pones tu tiempo, tu atención, tu creatividad y tus acciones para cumplir con todo lo que debes hacer, sobre todo con las tareas de más valor.
Cuando hablamos de productividad personal siempre nos referimos al «trabajo inteligente». Esto no significa “gestionar el tiempo” o “trabajar más” sino aprovechar mejor lo que tienes. Eligiendo dónde pones tu tiempo, tu atención, tu creatividad y tus acciones para cumplir con todo lo que debes hacer, sobre todo con las tareas de más valor.
Ahora bien, en tu día de trabajo, frente a tu lista de tareas, para afrontar la avalancha de emails, meterte en una reunión o analizar un problema, hay un ingrediente clave y fundamental que a menudo descuidamos: nuestro proceso mental-y-creativo.
De alguna forma tu atención y tu proceso creativo se comportan como un parquímetro. Cuando empiezas a trabajar en tus tareas es como si le pusieras unas monedas. Luego, con el paso de los minutos, el “crédito” se va agotando hasta que tienes que volver a echar monedas. De lo contrario viene la multa, esto es, el estancamiento de ideas, la falta de agilidad mental, la desatención y los errores.
¿Y cómo podríamos “echar monedas” a nuestra mente para que no se agote el parquímetro? Con minipausas entre tareas. Brevísimos descansos entre tareas (o después de bloques de trabajo de una hora) que sirven para dar un botonazo y reiniciar tu ciclo mental, para recuperar atención e ideas.
- Hazlas siempre al cambiar de tarea o actividad.
- Si lo necesitas hazlas cada cierto tiempo (1h)
- Deben durar entre 2-3 minutos (no más, de lo contrario ya sería una pausa ordinaria).
- Levántate y aléjate de tu mesa y tu ordenador.
- Haz leves ejercicios de estiramiento y relajación.
- Bebe siempre un vaso de agua.
Yo antes era una persona que durante el día de trabajo me despistaba y perdía las ganas de crear con bastante facilidad. Cuando me di cuenta de verdad que mente y cuerpo forman un tándem indivisible, empecé a cuidar en serio el descanso entre tareas, y mi rendimiento mejoró.
Pero cuando noté un cambio a lo grande fue cuando empecé a “jugar” con minipausas de 2 minutos entre todas las tareas que tenía que hacer. Al principio pensé que iba a perder tiempo en cada hora de trabajo, cuando en realidad lo que conseguí fue hacer mejor la siguiente tarea. Nunca gané tanto haciendo tan poco.
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